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El ciclo del aprendizaje

Los que andamos salseando en esto de la educación sabemos que el concepto “Innovación”, entendido como algo mágico, sobrevuela las aterradas mentes de nuestrxs compañerxs, que aferrados a las clases magistrales reniegan de “lo novedoso” por temor a perder el lugar que nos corresponde en nuestra profesión.

Sin embargo, cuanto más lees, más investigas, más te acercas a profes innovadores, más te das cuenta que nada tiene de mágico lo que hacen. Por eso, mi primer consejo a mis compañeros de profesión: perder el miedo a aprender.

¿Pero qué es entonces la innovación en educación?

Por mucho que leo, no veo que en los últimos años se haya producido un salto espectacular en el modo de entender los procesos de aprendizaje. Lo que sí es evidente, es que mucha información, que (al menos yo) hasta ahora desconocíamos, ha llegado a nuestros móviles y ha permitido poner nombre a los procesos que muchos profesores llevaban a cabo, y compartir la visión que muchos otros profesores tienen sobre éstos, mejorando así nuestra forma de trabajarlos.

Considero que la mayor innovación está, pues, en la optimización de los procesos y la posibilidad de aprender de lo que hacen nuestros compañeros para mejorarlos. Esto añadido a la evidente implementación de las herramientas digitales en los últimos años, abren un mundo de posibilidades para el profesor que hasta ahora ni habíamos imaginado.

Pero no hay mejor manera de explicarlo que con un ejemplo. Os propongo un proceso distinto al habitual, que parte de la teoría, y que se basa en un proyecto digital: la realización de un vídeo-STEAM.

Paso1: Nuestro proyecto empieza con un RETO: los alumnos tenían que conseguir mantener un avión de papel en el aire el mayor tiempo posible. Para ello ven diversos vídeos instructivos que les servirán en el futuro como ejemplo para su proyecto.

Paso2: Reflexionamos sobre lo que hemos hecho, visto… en el paso 1 y se les explica el proyecto: realizar otro artefacto (catapulta, puente levadizo…) que funcione correctamente y localizar las leyes físicas que hacen que el milagro se obre, y que nos permiten comprender el proceso. Pero ¿qué hemos aprendido con el avión que podamos usar en nuestro proyecto?

Paso3: el proyecto. Tienen que realizar un vídeo expositivo e instructivo en el que se explique cómo lo han hecho y cuál es la ciencia que hay tras su proyecto. Como profesor de lengua que soy, hago especial hincapié en los principios lingüísticos que sostienen los textos expositivos, que tendrán hallar para poder expresarse con corrección durante el vídeo.

Paso4: Metacognición. Reflexionamos sobre cómo lo hemos hecho, cómo lo hemos expresado, qué hemos hecho mal o bien, ponemos en común, seleccionamos lo importante del proceso… pídeles que lo dibujen, por ejemplo.

En todo este proceso es de especial importancia dejar al alumno que sea el protagonista del proceso y que cometa errores… lo importante no es que el proyecto salga bien o mal, sino entender por qué salió bien o mal, para que el alumno se pueda autogestionar en futuros proyectos.

Podríamos ahondar mucho más en cada paso y especificar los procesos con más detalle, pero mi intención no es más que animar a los profesores a plantearse el modo en el que hacen las cosas y perder el miedo a probar procesos nuevos y comprobar si éstos nos valen o resultan eficientes. Y ahí está la magia: podréis ver si funcionan o no en la cara de vuestros alumnos.

Un saludo a mis compañeros y ánimo.


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